Las Thangkas son pinturas en las que generalmente se representa una deidad budista, escena o mándala. Tradicionalmente, las Tangkas se mantienen sin enmarcar y enrolladas cuando no están en exhibición, montadas en un respaldo textil, con una cubierta adicional de seda en el frente.
La mayoría de las Thankas fueron pensadas para guiar la meditación de estudiantes y practicantes. A menudo tienen composiciones elaboradas que incluyen muchas figuras pequeñas. Una deidad central a menudo está rodeada por otras figuras en una composición simétrica. Las escenas narrativas son menos comunes, pero aparecen.
El practicante Budista Vajrayana utiliza una imagen de la Thangka de su Yidam, o deidad meditativa, como una guía, visualizándose a sí mismos como esa deidad, internalizando así las cualidades de ese Buda.
Cada deidad se asocia a un método meditativo, estructurado de tal forma, que lleva al practicante al entendimiento de la propia naturaleza de su mente. De esta forma, todas las deidades y sus prácticas son, en esencia, de la misma naturaleza y reflejo de la mente del practicante.